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Para ello hace falta un programa de mínimos capaz de aglutinar a distintas organizaciones y la necesaria generosidad de alturas por parte de sus dirigentes políticos. Habrá que estar pendiente de cuantos movimientos se produzcan en este sentido, en un momento especialmente difícil para España, en el que su propia desintegración territorial está casi pactada entre los secesionistas traidores, un gobierno cobarde y una oposición miserable cuyo único interés es seguir mantenbiéndose en el poder.
Que George Soros es odiado por más de medio Mundo es un hecho. Que sólo lo apoyan y respaldan los que son "comprados" por el magnate multimillonario, como la revista Mongolia, eldiario.es o La Sexta, también.
El primer ministro de Hungría y su partido, en una lucha sin cuartel por destapar a este "terrorista" de la humanidad, acaba de hacer pública una lista de políticos a sueldo de su paisano, George Soros. Dicha lista de altos cargos políticos, supuestamente a sueldo del mafioso millonario enemigo de los valores y de la FE, está compuesta nada más y nada menos que por diputados del Parlamento Europeo, que promueven proyectos del magnate millonario mediante cambios en la legislación comunitaria. En total, 226 de los 751 eurodiputados. Lamentable.
Dicha compra a base de talonario justifica la política contraria de los altos cargos de la UE a los intereses europeos, la facilitación de los separatismos locales, la ideología de género, la progresiva islamización de Europa y la lucha contra los valores occcidentales. Por ello, los graves conflictos de los líderes nacionales con su pueblo.
"Los políticos comprados por Soros, bailan a su ritmo. Están luchando contra los intentos de los líderes nacionales de proteger los intereses de sus pueblos. Muy a menudo, los que se oponen a esta política se enfrentan a la resistencia de las élites políticas de sus países", destacaron desde el Gobierno húngaro.
Hungría -donde contra todo pronóstico el triunfo de Orban extiende el patriotismo social a lo largo y ancho de todo el viejo Continente (a excepción TODAVÍA, de España y Portugal) está luchando contra George Soros y toda su mafia de políticos corruptos bien pagados a base de cheques suculentos, pero debería ser el Mundo entero el que parase los pies al millonario antisistema. Soros se ha empeñado en destruir Europa, al dejar entrar a millones de inmigrantes que llevan a cabo el caos y terrorismo, y sus 'secuaces' bien pagados lo permiten.
"Esto demuestra que la democracia europea es una fachada detrás de la cual está la actividad de un potente sistema similar al feudal. Es difícil llamarlo poder del pueblo. La publicación de la 'lista de Soros' proporciona la clave para comprender quién gestiona la UE y quién alimenta los sentimientos antirrusos en Europa, entre otras cosas".
Europa está en serio peligro desde hace tiempo. El índice de inmigración ilegal se ha disparado alarmantemente. Con ello, el terrorismo. Es hora de pensar en cómo cambiar el sistema para detener una muerte anunciada desde hace tiempo.
Por ello, los movimientos social-patriotas, como el que ha posibilitado el éxito de Orban en Hungría (el país de nacimiento del multimillonario judío George Soros) resultan imprescindindibles en la defensa de los valores de occidente, de la espiritualidad, de la unidad de las naciones y de las políticas más duras contra la inmigración descontrolada y la progresiva islamización de Europa.
No se nos escapa que en España son varios los intentos que se están produciendo de cara a que exista una oferta política unitaria con fuerza y posibilidades para entrar en el Parlamento Europeo.
Para ello hace falta un programa de mínimos capaz de aglutinar a distintas organizaciones y la necesaria generosidad de alturas por parte de sus dirigentes políticos. Habrá que estar pendiente de cuantos movimientos se produzcan en este sentido, en un momento especialmente difícil para España, en el que su propia desintegración territorial está casi pactada entre los secesionistas traidores, un gobierno cobarde y una oposición miserable cuyo único interés es seguir mantenbiéndose en el poder.